Bienvenido a la clase 2 de la Escuela para Cantantes, EPC.
Ya sabes que aquí no vas a aprender lo típico que enseñan en todos los sitios, así que si cantas, no te lo puedes perder.
Hoy vamos a tener una de las pocas clases más teóricas, ya sabes que yo soy más de la práctica pero hoy vamos a indagar en los motivos por los que cantamos. ¿Por qué el ser humano tiene esta tendencia o necesidad de cantar?
Pero antes, quiero recordarte que mi misión aquí es ayudarte, y que me preguntes todo lo que se te ocurra y necesites. No se trata solo de pasarte unos conocimientos, sino de que los pongas en práctica con mi ayuda.
Solemos cantar y estamos acostumbrados, nos parece algo habitual, sobre todo a los que somos cantantes, claro, lo llevamos dentro, pero no nos solemos preguntar por qué lo hacemos.
Hay un libro que te puede interesar de un escritor que se llama Daniel Levitin, músico, psicólogo y además científico, que se llama «This is your brain on music» («Este es tu cerebro en la música»). Intenta explicar cómo experimentamos la música y por qué es tan importante en nuestra vida. Es una forma de expresarnos y fíjate que no hay un evento importante sin música. Hasta los meetings políticos necesitan de música. De esto hablo un poco más en mi primer libro
¿Cómo llegamos nosotros a tener un gusto particular? Pues nos influye mucho nuestro entorno, la música que hemos escuchado, por la radio o por tradición de nuestra zona o familia. Esto va a ser gran parte de nuestro gusto musical. Normalmente, empezamos gustando de música más simple o comercial (lo que nuestro oido puede entender cuando empezamos a escuchar música) y conforme vamos creciendo, sobretodo si nos dedicamos a ello, ya vamos necesitando una música más compleja.
Sin embargo, resulta que se ha estudiado que nuestro gusto musical no va a cambiar con el tiempo. Desarrollamos el gusto cuando somos adolescentes y estamos con las emociones a flor de piel, puesto que la música está tan ligada a las emociones. El gusto de esta época de nuestra vida es el que se nos quedará digamos grabado. Iremos progresando en calidad dentro del estilo que ya nos gustaba y ampliándolo en todo caso. Pero cuando tengamos 50 años nos seguirá gustando la música que nos hacía bailar a los 15, es curioso pero así se da en el ser humano. De hecho, te confirmo que a mi me pasa, me sigue gustando la música que me gustaba entonces, el jazz y el soul.
¿Sabías que el gusto musical no tiene que ver con nuestros conocimientos musicales? Apreciaremos más la calidad a medida que aprendemos y escuchamos más, pero no cambiará nuestro gusto. No es un factor. Otro punto curioso, ¿verdad? Por más que vayamos sabiendo más, nos va a seguir gustando lo mismo 😮
El ser humano ha venido cantando desde los inicios de los tiempos, incluso hay un par de pasajes de la Biblia en los que se incluye el tema del canto. Si conoces sobre esto y has leído la Biblia, coméntame abajo lo que sepas al respecto.
El gusto musical refleja mucho nuestra personalidad, esto se ha estudiado a nivel científico hasta tal punto que se nos ha separado a las personas en cuatro categorías o personalidades según ello:
1.El amante del jazz, blues, folk y clásico (música más compleja) es una persona abierta siempre a nuevas experiencias, con altas habilidades emocionales y estabilidad emocional. Tolerantes y con ideas liberales. No les importará ser el raro o el diferente del grupo.
2.El amante del country, el pop, la música religiosa y convencional en general, son más conservadores. Según mi búsqueda, son personas que (cito textualmente) tienden a seguir al rebaño, hasta en política. Es decir, lo que les pongan por delante les va a parecer perfecto. Digamos que van también con las tendencias. Son convencionales, abiertos, agradables, físicamente atractivos, y quieren parecerse a los artistas que idolatran. Se ven reflejados en esos artistas que refuerzan mucho la imagen física.
Sin embargo, según los estudios, son más inestables emocionalmente y tienen menos facilidad verbal. Puede ser que sean más inseguros o con menos personalidad y se dejen influenciar por lo que ven y por las modas. Van con la mayoría, les gusta lo que les gusta a todos y así se sienten integrados en la sociedad.
3.El amante de la música rock, heavy o música alternativa, intensa y rebelde. Son más impulsivos, más duros, y con un deseo de dominar a los más débiles, dice el estudio. La verdad que yo misma me sorprendo con estas teorías y me pregunto si será verdad. En España se conoce que en los amantes del mundo heavy, por ejemplo, son personas muy tranquilas en su vida personal en realidad, pero ¡vaya usted a saber! Si les gusta esta música, ¿es por algo en concreto?. Se dice que son extrovertidos, atléticos y que creen ser muy inteligentes (eso no quiere decir que lo sean). Ya sabemos que las generalizaciones no van muy bien, pero insisto, esta información está obtenida de un estudio científico.
4.El amante del hip hop, soul, funk y música electrónica, más rítmica y más energética. Son, a grandes rasgos, extrovertidos, liberales, tolerantes con los fallos de los demás, y bastante atléticos y atractivos. Este sería un buen grupo también 😁
Así que si vas a una cita con alguien que no conoces de nada, puedes preguntarle qué música le gusta -aprovechas para analizar su personalidad de antemano 😉 y te haces una pequeña idea- pero no te lo tomes muy en serio, no sea que la liemos 😄
Cambiando de tercio, hablaremos ahora de la música como terapia y la musicoterapia. Esta es una de las salidas profesionales de los músicos. Sin entrar en el tema de los requerimientos de carreras, «titulitis» y demás, es otra posibilidad para cualquier músico o cantante.
Hablo sobre el efecto terapéutico de cantar para el profesional o no, en otro post de este blog
pero te lo resumo aqui: es una terapia emocional y energética, ya que tu mente se apartará por un tiempo de cualquier preocupación o pensamiento. Mientras cantas, no te da tiempo de pensar, estás pensando en la musicalidad, la letra, en tu voz y dejándote llevar por la emoción. Así que te evades de la realidad y ya está hecha la magia. Empiezas a encontrarte mejor y se convierte en una terapia al segregar hormonas de la felicidad, sobre todo con temas alegres.
Las canciones tristes van muy bien para desahogarse, y las alegres suben tu vibración.
El hecho de respirar profundo y a menudo para cantar, también ayuda a relajarse profundamente porque te llena de oxígeno. Se dice que los cantantes tenemos menos stress y por tanto, un sistema inmune más fuerte.
Para el oyente también es un escape mental si se deja llevar por la música que está oyendo y su mente entra como en un mundo paralelo. La canción tiene una historia y te adentras en ella como en una película o un cuento; te empiezas a mezclar con la historia, entre la letra, la instrumentación, las emociones del autor y el intérprete, y te vas a otro mundo.
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Además, las mismas ondas musicales son beneficiosas para la salud, al contrario de las ondas emitidas por la televisión o el móvil, por ejemplo.
No dejes nunca de cantar o de tocar tu instrumento cuando te encuentres mal o estés triste, porque te va ayudar siempre, según todo lo que estamos aprendiendo en este post.
Los beneficios además, aumentan exponencialmente con la práctica: cuanto más horas practiquemos, más nos vamos a beneficiar y menos stress vamos a sentir en el resto de cosas de la vida diaria.
Esta es la terapia que yo considero que nos aporta la música.
Y ahora unas curiosidades a nivel médico-científico. ¿Qué nos aporta según la ciencia?
Pues en este campo, los doctores nos dicen que se ha demostrado que la música y cantar nos afecta positivamente: ayuda a sentirse mejor en general y en particular en condiciones como la depresión, la ansiedad, el stress o la soledad.
Ayuda con el Alzheimer, ya que personas que no recuerdan muchas cosas, resulta que sí pueden cantar sus canciones preferidas. Es curioso.
Ayuda a los niños autistas, se expresan mejor a través de la música que de la palabra. La comunidad médica nos confirma que se ha demostrado que es un instrumento para ellos para comunicarse. Además les gusta componer, se vuelven creativos con la música y pueden componer en grupo, así que también les ayuda a socializar.
Incluso los médicos explican que el cantar ayuda a recuperar el habla en personas que lo han perdido por un accidente traumático o neurológico, como por un derrame cerebral. Cantarle a la persona, que escuchen música cantada o hacer que intenten cantar, les va a favorecer el volver a hablar.
Otra cosa impresionante: se ha descubierto que oír cantar es una herramienta útil para despertar a algunas personas del coma. Por ejemplo, viene un familiar a visitarle y le canta una canción que le gustaba al enfermo y esa persona ha despertado. No se puede generalizar como solución pero se han dado casos reales.
Incluso en bebés prematuros se ha descubierto que les ayuda en su tratamiento en la incubadora. Se les pone grabaciones de la madre cantando canciones de cuna y saldrán antes de la incubadora que los que no 😍
Además, la música activa varias partes del cerebro al escucharla. Y al interpretarla uno mismo es aún mejor ya que se observa actividad por todo el cerebro, no solo en varias partes. Son como fuegos artificiales en el cerebro, ¡es una fiesta!!
Cantar (y esto ya lo digo yo) es una maravilla, un regalo, una bendición y es un don. Aunque cantes para ti mismo y no te dediques, siempre te vas a beneficiar de todo esto. Es un aporte muy grande. Una terapia natural y gratis.
Las letras de algunas canciones con las que conectas, pueden ayudarte a desquitarte de pensamientos o sentimientos. Pueden hacerte sentir más fuerte, más valiente, más libre, más feliz….Puedes hasta aprender vocabulario que nunca usarías de otra manera en la vida real, más atrevido o más callejero, por ejemplo.
La voz. Al cantar, una ventaja que tenemos es que vamos a fortalecer sus músculos, las cuerdas vocales. Igual que un deportista que entrena cada día, nosotros vamos a entrenar nuestra voz. Con lo que si cantamos a menudo, la educamos bien y la cuidamos, la vamos a mantener joven por mucho más tiempo o para siempre. Fíjate en el ejemplo de Tony Bennet, que ha cantado hasta su último año de vida, manteniendo la voz impecable. RIP el gran Tony Bennet 😇. Otro ejemplo de larga vida vocal es la maravillosa Tina Turner. No hay edad para cantar si se trabaja bien.
Educar la voz es muy importante también para profesionales como maestros, conferenciantes o los locutores. Si la educan cantando, se llevan doble beneficio.
El gran científico Punset nos dice que somos criaturas musicales de forma innata y la música es parte de nuestra propia naturaleza. Además, la música une generaciones, géneros, personas y nacionalidades. La música tiene un gran poder. Por todo esto, es demasiado importante. Siempre se nos intenta separar a las personas con políticas y demás… No es casualidad que en los países latinos la música no esté valorada como debería, ni como profesión ni culturalmente. La música ayuda a socializar, a bailar, a pasarlo bien en los conciertos, y eso une. Por otro lado, el hecho de interpretar música aporta mucha seguridad a la persona, ya que es bien difícil tocar un instrumento, o cantar, y es algo que poca gente puede hacer bien. Y subirse a un escenario, abrazar la crítica, estar delante de un público, intentar mejorar y superarse uno mismo todo el tiempo. Al principio es más difícil, sería aconsejable empezar de niño para aprovecharlo al máximo y quitarse todos estos miedos casi sin darse cuenta.
Por último, se dice que la música nos hace más inteligentes gracias a la actividad cerebral que se desarrolla como ya hemos visto. Indudablemente mejora la memoria, ya que hay piezas muy difíciles, y en el caso de los cantantes hemos de recordar la música más la letra de memoria.
En definitiva, la música es muy poderosa. Me parecía muy bonito empezar esta serie de clases con esta gran reflexión e información 😌
En cuanto a la profesión de cantante, hay que tener en cuenta que es el centro de atención, tanto por la voz como por el físico y la interpretación encima del escenario.
Es una profesión de las más autodidactas y creativas que existen. Puedes dedicarte a ello con estudios o sin ellos. Yo recomiendo tener una base y crear más por libre La libertad que siente y tiene el cantante en su profesión, muy pocos la tienen.
En la próxima clase vamos a ver cómo cantar en cruceros. Te voy a dar toda la información, ya que yo misma lo he vivido y puedo explicarte. Estate atento al próximo blog.
Antes de irme, te recuerdo que puedes ver esta clase entera en youtube
Si prefieres escucharla en el podcast, clica aquí Y si te gusta más el facebook, entra en el grupo de EPC para verla: Hasta la próxima clase, en la que te ayudaré a trabajar en cruceros 🛳
Un abrazo. Gina