¿Qué es Procrastinar? «Procrastinar significa posponer o aplazar tareas, deberes y responsabilidades por otras actividades que nos resultan más gratificantes pero que son irrelevantes. Procrastinar es una forma de evadir, usando otras actividades como refugio, para no enfrentar una responsabilidad, una acción o una decisión que debemos tomar» (Google)
Uno de los mayores enemigos de la mente es ni más ni menos que entretenerse con cosas superfluas o del momento y, como decimos en España: dejarlo todo para luego.
De ahí la sabia frase: «No dejes para mañana lo que puedas hacer hoy»
Y es que, sin darnos cuenta, se nos pueden pasar las horas y no haber sido nada productivos.
Esto es algo que en el mundo latino está todavía más presente. Acostumbrados al buen clima y la socialización, se nos hace extraño ver a alguien que siempre está trabajando, encerrado en su habitación y sin compañía alguna. Y más cuando no tiene exámenes ni nada por el estilo y ni siquiera está, al parecer, cobrando por ello, pero ese alguien sigue ahí alejado de todo el mundo ¿ Y qué estará haciendo? nos preguntamos. Claro, esa es la cosa.
Uno de los problemas o dificultades por las que pasa cualquier emprendedor siempre es su entorno.
Resulta que el emprendedor, freelance, autónomo, artista… ha decidido empezar un proyecto y tomárselo en serio, lo que implica invertir todo su tiempo sin salir ni ver a nadie hasta que el proyecto ya le esté funcionando. Mientras tanto, la gente de alrededor no sólo no le comprende sino que le hará crítricas continuamente y hasta burlas por no comprender su mal llamado encierro.
El hecho de que muchos no tengan esa fuerza de voluntad, de visión, o esa determinación, no quiere decir que tengan derecho a incomodar a la otra persona que está luchando por sus sueños, o por un proyecto, o hasta por su libertad financiera.
Desde aprender a tocar un instrumento con dignidad hasta querer emprender para hacerse rico, pasando por empezar en un negocio de multinivel (no estafa) o simplemente sacarse una carrera. Todo ello son esfuerzos que requieren toda nuestra atención y energía durante un largo periodo de tiempo.
Si escuchamos a los de nuestro entorno (que suelen vivir relajados) o, lo que es peor, si dejamos fallar a nuestra mente, nuestro proyecto o nuestros sueños se irán atrasando eternamente y no llegarán nunca a realizarse.
Por eso hay que enfocarse. Y no es fácil porque nuestro cerebro reptiliano necesita el premio inmediato, la satisfacción, la risa, la diversión, el descanso y todo eso más que otra cosa, pero en algún lugar de nuestra mente sabemos que el esfuerzo y el enfoque son los que nos llevarán al éxito.
Hay que hacer oídos sordos tanto a nuestra mente perezosa como a cualquier provocación de diversión ahí fuera.
La procrastinación es uno de nuestros mayores enemigos. Engañarnos a nosotros mismos con ideas como: «mañana lo hago», «hoy estoy cansado», «no tengo tiempo», «no tengo dinero», «no hace falta trabajar tanto», «lo haré más adelante», «lo haré cuando esté más preparado»… sólo hace que seamos unos mediocres y no podamos llegar a nada excelente en la vida. Luego miraremos atrás y pensaremos qué hicimos con nuestra vida y aún así caeremos en la tentación de ponernos un tupido velo y nos mentiremos con ideas como que hemos hecho lo que hemos podido, que no hay tiempo para todo, etc, pero en el fondo sabremos que habremos perdido la gran oportunidad de cambiar nuestra vida.
El objetivo de la entrada de hoy es ponerte en previo aviso de que esto te puede estar sucediendo a ti ahora mismo. Nos pasa a todos y a veces ni nos damos cuenta porque no somos siquiera conscientes. Nos encantan las excusas y también sentirnos aceptados dentro de los paradigmas. Cualquiera que rompe los esquemas de los típicos trabajos mal pagados, donde cambias tu tiempo por dinero, es un soñador o un hippie, o un loco o un perezoso que no quiere trabajar. Es así para mucha gente todavía.
Pero con las nuevas profesiones tecnológicas del siglo XXI y el gran aumento del teletrabajo vamos a verlo cada vez más. Los trabajos tradicionales han ido perdiendo puestos debido a la compra por internet y a la tecnología en general. Y esto es una tendencia a la alza. Con la crisis en la que nos han envuelto los gobiernos mundiales en 2020 (que buscan un reseteo económico) , los puestos de trabajo de toda la vida se van a evaporar como el agua. A un ritmo mucho más rápido de lo que lo hubiera hecho naturalmente. Lo tenían así pensado.
Cada vez habrá más emprendedores online que se pasen unos primeros meses o años aprendiendo a manejar su nuevo negocio. Y se encerrarán en su habitación o su oficina en casa.
Y adivina cual será su tarea pendiente con la que luchar diariamente: no procrastinar.
Para ti, si ya eres artista y sabes lo que cuesta llegar a alcanzar el control de un instrumento musical, o aprender a producir una canción desde 0, pues quizá no sea tan difícil y ya llevas aprendida esa lección.
Pero seguramente para el resto del mundo será un aprendizaje a medio y largo plazo.
Procrastinar es uno de nuestros mayores enemigos. Más que la edad, la falta de tiempo, más que el dinero, más que cualquier situación adversa que estemos viviendo.
Lucha contra ello y lograrás tus objetivos. Recuerda que conseguir tus propósitos no depende de que nadie te ayude ni de que estés en una situación cómoda o de que te sobre tiempo. Conseguir tus metas depende de tu mente. Así, tal cual. Y nada más.
Controla tu mente y no escuches a tu alrededor. Enfócate y más temprano que tarde podrás disfrutar de recoger lo que has sembrado.
Cambia de paradigma, hoy día puedes conseguir lo que quieras con las oportunidades online. No tienes que depender de un contrato mal pagado ni de un jefe.
Crea tu propia riqueza y trabaja en algo que te aporte y que aporte a los demás. Haz un esfuerzo importante durante un periodo de tiempo suficiente. No hay otra forma. Sin duda lo puedes lograr.
Empieza hoy mismo. Decide qué quieres conseguir y ve a por ello. No procrastines más.
Y si estás decidido a dedicarte a cantar, ahora puedes visitar Aprende con Gina Coaching para que yo te ayude personalmente.
Nos vemos en la siguiente entrada.
Gina